Chile es el único país de la OCDE donde la tasa propiedad de vivienda es igual para los más pobres y los más ricos
Un informe sobre vivienda asequible en 49 países destacó los logros de Chile en equidad habitacional y calidad de vivienda, y lo posicionó como el único donde no hay mayores diferencias entre estratos socioeconómicos y la propiedad de viviendas, un fenómeno que se puede explicar gracias a las políticas habitacionales del MINVU.
Uno de los temas más relevantes de las políticas públicas que tienen como objetivo reducir la pobreza y promover la igualdad, es el acceso a una vivienda de calidad. Por eso, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) elabora la Base de Datos de Vivienda Asequible (AHD), que monitorea el acceso en 49 países. La información proviene del Cuestionario sobre Vivienda Asequible y Social (QuASH 2023) y otras fuentes de la OCDE, con datos de Chile aportados por el Centro de Estudios de Ciudad y Territorio del MINVU y otras entidades nacionales. Los indicadores se agrupan en tres áreas: mercado de vivienda, condiciones de vivienda y políticas públicas habitacionales.
Entre los resultados, destaca que en Chile la política habitacional ha cumplido con varios de sus objetivos. Entre ellos, haber logrado tasas de propiedad similares entre todos los quintiles, un logro inédito entre los países miembros de la OCDE y que se puede explicar gracias al éxito de las políticas destinadas a paliar el déficit habitacional.
En Chile, las tasas de propiedad de vivienda son similares en todos los quintiles de ingresos, en un nivel cercano al primer quintil en la OCDE y la UE, alrededor del 57%.
Chile cuenta con nueve de las trece herramientas habitacionales categorizadas por la OCDE, con un enfoque predominante en subsidios para la propiedad. Sin embargo, el gasto en subsidios de arriendo sigue siendo limitado, y medidas como las garantías hipotecarias o el arriendo social apenas comienzan a implementarse.
Además, se han alcanzado buenos índices de calidad de vivienda, reflejados en las bajas tasas de hacinamiento y en las reducidas carencias de habitabilidad y privación, situándose en niveles comparables con los de países de altos ingresos.
Por ejemplo, en Chile, los hogares de todos los quintiles de ingresos presentan niveles de hacinamiento (según criterios OCDE) inferiores al promedio de su mismo quintil entre los países de la organización. Se observa que el quintil I, III y el total presentan niveles de hacinamiento cercanos al 12%, pero el quintil V está bajo el 5%.
El informe muestra la importancia de fortalecer y diversificar las políticas habitacionales para enfrentar desafíos como el aumento de precios, el estancamiento de la disponibilidad habitacional y la creciente demanda por vivienda de arriendo social.
Sobre el aumento sostenido de precios y menor asequibilidad, el análisis concluye que los ingresos de los hogares no han crecido al ritmo de los precios de las viviendas, dificultando el acceso a la propiedad, especialmente para nuevos compradores.
Entre los fenómenos que resaltan en el caso chileno, se encuentran también el impacto de la migración y el allegamiento.La llegada de población migrante ha incrementado la proporción de arriendos y tenencias irregulares, exacerbando los problemas de allegamiento y exclusión habitacional.
El informe concluye que Chile necesita avanzar hacia una política más integral, incorporando mecanismos que equilibren el apoyo a la propiedad con un fortalecimiento del mercado de arriendo y la mejora de la disponibilidad de viviendas.
El informe resumen de las cifras, con énfasis en la realidad de Chile, fue presentado por el Centro de Estudios y se encuentra disponible en la sección publicaciones, o en el siguiente link