Un día feliz en el Parque O’Higgins

CONMEMORACIÓN 50 AÑOS DEL GOLPE DE ESTADO EN EL MINVU. RECORRIDO PATRIMONIAL

Remodelado en 1972 por el gobierno de Salvador Allende, se buscaba consagrar el derecho al descanso de las y los trabajadores y convertirse en un espacio para la cultura y el arte. El proyecto incluyó el mejoramiento del Campo de Marte y sus graderías para la Parada Militar.

El Parque O’ Higgins ha sido el escenario de grandes acontecimientos nacionales y también de recuerdos familiares y personales. Sin embargo, pocas personas conocen su historia y el simbolismo que se le quiso dar durante el gobierno de Salvador Allende.

En un recorrido patrimonial, guiados por Raúl Bulnes, exjefe de Parques y Recreación de la Corporación de Mejoramiento Urbano (CORMU); Pía Montealegre, académica de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile y experta en el tema, y Lilia Santos, encargada de recreación artística de la remodelación del Parque O´Higgins; funcionarios del Minvu, de la municipalidad de Santiago y  vecinos del sector, pudieron conocer los detalles de su remodelación y el sentido histórico y de memoria que se busca recuperar en el marco de la Conmemoración de los 50 años del golpe de Estado y de las actividades organizadas por el Centro de Estudios de Ciudad y Territorio y el Centro de Formación, Diálogo y Participación del, Minvu.

“Entendemos que recuperar la memoria es fundamental para ponernos de pie y mirar hacia el futuro. Ha sido un trabajo doloroso mirar la historia del Ministerio y, por otra parte, también ha estado lleno de motivación, de orgullo, de entusiasmo, al encontrarnos con la ‘generación generosa’ que fueron los protagonistas de ese periodo”, sostuvo Maricarmen Tapia, jefa del Centro de Estudios, quien dio la bienvenida al recorrido.

El Parque O’Higgins fue construido en 1853, como un lugar para desfiles militares y la celebración de las ramadas en las Fiestas Patrias. Para 1870 el barrio que lo circundaba había sido ocupado por la burguesía, por lo que Luis Cousiño donó el dinero para que el paisajista francés Guillermo Renner lo restaurara. En 1873 se inauguró como Parque Cousiño.  

“Coincidencia con lo que va a ocurrir 100 años después, que lo vamos a reconstruir en 1972. Era un parque prácticamente privado de las familias que vivían acá, estaba con rejas. A medida que la gente rica se fue cambiando de barrio, quedó abandonado. La idea de Allende era no sólo hacer obras, sino también la recreación (…) era que fuera un parque para que el pueblo pase un día feliz en el Parque O’Higgins, siempre nos decía eso, y se crearon todas las condiciones”, relató Raúl Bulnes.

La remodelación contempló la construcción del pintoresco Pueblito, hecho principalmente con materiales de demolición, y que alojaba restaurantes cuyas raciones eran administradas en una gran cocina estatal. Además, los trabajos consideraron la reparación de áreas verdes, como el Jardín del Silencio y su pérgola, juegos infantiles y el antiteatro, entre otras iniciativas.

“El Presidente quería que este parque fuera para el pueblo, por lo tanto, había que pensar en actividades que no sólo tuvieran participación, sino que fueran para las personas. Un espacio abierto de vida para el pueblo, destinado a los trabajadores”, comentó Lilia Santos, quien estuvo encargada de preparar actos culturales en las nuevas dependencias.

Paradójicamente, durante este periodo también se hizo la reparación del Campo de Marte para los desfiles militares, que consideró instalar un hormigón de 40 centímetros de espesor y enfierradura para que pudiera resistir el paso de los tanques y los vehículos de guerra, lo que significó un costo mucho mayor que la construcción de todas las demás obras del parque.

Después del golpe de Estado, si bien “hubo un proceso de desmantelamiento alevoso de la obra de la Unidad Popular”, sostuvo Pía Montealgre, no se desvinculó del imaginario popular la idea de que el lugar para la Parada Militar había sido obra del régimen posterior.

“Otro proyecto de desmantelamiento y de tergiversación del espacio, que fue la apropiación del Hogar Parque Cousiño, un proyecto de Jorge Aguirre de 1940 para el Programa de la Defensa de la Raza, que era un lugar para la defensa de la cultura popular, y que terminó siendo sede de una universidad privada, con gran parte de su directorio del Ejército, traspasada a través de Cema Chile. Un edificio que fue un patrimonio moderno, que fue también estropeado y sigue estropeado, en términos de calidad arquitectónica, y eso es usurpación, son otras formas de violencia que no hemos empezado a relatar. La violencia es el espacio es contra todos y todas”, señaló Pía Montealegre.