Seminario del CECT aborda Cambios y Desafíos del Déficit Habitacional en Chile
El Centro de Estudios de Ciudad y Territorio (CECT) organizó el seminario «Cambios y Desafíos del Déficit Habitacional», que contó con la participación de destacados expertos, quienes discutieron las complejidades y futuras proyecciones en torno a la vivienda en el país.
Isabel Serra, jefa del CECT, fue la encargada de dar la bienvenida, subrayando la importancia del encuentro en el contexto actual.
«En esta crisis sistémica, donde convergen las crisis económica, social y política, debemos cambiar las preguntas que nos hacemos sobre el déficit habitacional. En un contexto de turbulencias e incertidumbres, es fundamental replantear los paradigmas y buscar respuestas más adecuadas a los complejos desafíos actuales. Es vital establecer mínimos de dignidad y acceso que nos brinden estabilidad en un mundo multisistémico y complejo, involucrando a todos los actores: vivienda pública, subvencionada, privada y colaborativa. No podemos simplificar los temas; las respuestas deben ser tan complejas como los fenómenos que enfrentamos», sostuvo Isabel Serra.
La exposición principal estuvo a cargo de Pablo Henríquez, jefe del equipo de Análisis Estadístico y Económico del CECT, quien presentó los resultados de un reciente estudio Déficit Habitacional Cuantitativo para el periodo 1996-2022.
Entre los hallazgos de este estudio, el economista destacó que, aunque el número absoluto de viviendas en déficit ha mostrado cierta estabilidad desde 2003, su proporción respecto al total de hogares ha disminuido, debido al crecimiento de la población. Actualmente, según la encuesta Casen 2022, esta cifra llega a 552.046.
Asimismo, Henríquez señaló que ha habido cambios significativos en las características de los hogares en déficit, como un aumento en los hogares unipersonales, una mayor presencia de migrantes y una diversificación de las estructuras familiares, con más jefaturas femeninas.
“Se observa un aumento en la proporción de personas que viven en departamentos y en situaciones de hacinamiento, reflejo de cómo las familias eligen ubicarse en diferentes sectores de la ciudad. Este fenómeno está vinculado a los costos de arriendo y los precios del suelo, que juegan un papel crucial en la dinámica habitacional” afirmó el jefe de Análisis de Análisis Estadístico y Económico del CECT.
Pablo Henríquez agregó que “el análisis revela que el 49% de los hogares en déficit están en situación de arriendo, mientras que el 30% de estos hogares tiene ingresos insuficientes para mantener una vivienda adecuada sin endeudarse. Esta situación destaca la necesidad de una política pública más integral que no solo se centre en la construcción de viviendas, sino también en el acceso financiero y la adecuación a las nuevas realidades demográficas y económicas”.
El seminario contó con comentarios de José Miguel Simian, Vicerrector Académico de la Universidad de Los Andes y director de su Centro de Estudios Inmobiliarios; Alejandra Abufhele, profesora Escuela de Gobierno Universidad Adolfo Ibáñez y miembro de la Comisión Asesora Presidencial para la Actualización de la Medición de la Pobreza; y Miguel Ojeda, jefe del Subdepartamento de Demografía del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
“Tenemos un problema que hoy día es más heterogéneo, es más diversa la problemática habitacional. Y nosotros estamos todavía muy fijados en un modelo de subsidio que hemos ocupado en los últimos 40 años, que ha sido exitoso. El modelo ha sido súper bueno, pero yo creo que dado el cambio social que ha habido, el crecimiento en el arriendo, la política habitacional tendría que ampliarse probablemente a un instrumento de otro tipo”, señaló Simian, subrayando la importancia de considerar múltiples futuros posibles en la planificación.
Por su parte, Alejandra Abufhele, reflexionó sobre la inclusión de variables relacionadas con vivienda en la medición de la pobreza multidimensional.
“¿Quién está carente en una dimensión de vivienda para efectos de la pobreza multidimensional en Chile? Sería un indicador que está compuesto por tres temas. El primero es el déficit habitacional. El segundo, sería el indicador de servicios básicos, que hoy día ya existe, pero se le agregaría tener carencia en internet, teléfono fijo, así como el consumo de electricidad por solo el 10% del ingreso del hogar (…) Y, por último, estamos proponiendo agregar como indicador accesibilidad, que consideraría carente a los hogares, que en el pago de arriendo o de vivienda represente más del 30% del ingreso”, detalló la comisionada para la Actualización de la Medición de la Pobreza.
Finalmente, Miguel Ojeda del INE subrayó la importancia de considerar las proyecciones demográficas.
“El envejecimiento de la población y el aumento de la migración internacional son dos fenómenos que están transformando la realidad habitacional en Chile. En 2017, se observó un aumento en los hogares con personas mayores, alcanzando un 15% de hogares unipersonales de este grupo. Además, el 4,5% de estos hogares enfrenta condiciones de hacinamiento, lo que refleja la creciente presión sobre las decisiones familiares en torno a la vivienda y el cuidado de sus miembros más vulnerables”, señaló el demógrafo.